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Todas mis ilusiones
de fiesta
cuando a mi puerta,
encontrar un nido
no nada consigo,
sólo el pesar y la vida
que le la piel
pues del amor no .

Como el andar solitario
no cosa de broma
a su aroma,
así como si nada
y en la primera alborada
que del silencio
entre el deseo y el miedo
de no caer... .
Y así la historia
mientras marzo
en sus brazos,
al viento vespertino.
Ya dueño de mi camino,
de mi esperanza y mi verso
se fue el presagio
que al amor rutinario.

Y una de tantas mañanas
en la cama
y el amor, como muerto,
desierto
en medio del recuerdo
que tendido
y que salvar
pero ya perdido.

¡Ay del amor que cargado de sed,
, y otra vez!
¡Ay de los sueños que a morir en el mar!
¡Ay de mí!
¡Ay que el amor y no a pasar!
¡Ay de mí nunca más!